Realizar tareas de evaluación del desempeño te permite saber en qué punto te encuentras y el margen de mejora que tiene tu organización.
Esta no es una idea nueva, ni una nueva teoría de moda, ya que te pasas la vida midiendo resultados, empezando por tu salud a través de chequeos anuales, hasta los deportes con la medición de tiempos, mejoras y las clasificaciones pasando por la educación, donde necesitamos indicadores que nos muestren cómo evolucionamos. De la misma manera, las organizaciones disponen de muchos KPI´S o indicadores que les permiten evaluar los resultados del negocio, pero no disponen de indicadores que les permitan evaluar el desempeño.
Un indicador para la evaluación del desempeño se define como una medida que nos detalla de forma objetiva cómo se están desarrollando los objetivos de un plan, programa o proyecto. Con la información que nos aportan, tanto descriptiva como valorativa, podremos detectar no solo áreas problemáticas que no están alcanzando los resultados esperados sino también áreas de mejoras tanto para la organización como para los colaboradores, incluso podríamos definir un plan de carrera o la desvinculación de un colaborador sin no está cumpliendo con lo que la organización necesita.
Por tanto, las organizaciones tienen que empezar evaluar el desempeño, o lo que es lo mismo, a medir el trabajo para poder evaluar en qué están invirtiendo su tiempo, su dinero y sus esfuerzos. Al mismo tiempo, esta medición les ayudará a tomar las decisiones más correctas para poder flexibilizar lo que demanda la sociedad y los empleados 3.0, a la vez que reducir costos y atraer a los mejores profesionales a sus equipos.
Es importante que dispongas de las herramientas con las que poder efectuar una evaluación del desempeño de cada colaborador, con el objetivo de identificar a aquellos que consiguen organizarse mejor y son más efectivos, tanto si realizan su trabajo en casa como en la oficina, para poder trasladar sus buenas prácticas al conjunto de la organización. Si no dispones de estas herramientas seguirás manteniendo modelos de trabajo basados en la incertidumbre, en la percepción de cada supervisor que solo traen como consecuencia un ambiente toxico de trabajo y empleados poco comprometidos con la organización.
Esta realidad se refleja en que los managers piensan que las personas que hay en su equipo de trabajo están el 100% de su tiempo concentrados en tareas prioritarias. Sin embargo, nuestra experiencia nos muestra que los trabajadores dedican casi tanto tiempo a contestar emails como a realizar actividades prioritarias para ellos que si no se miden y se establecen objetivos no necesariamente son las actividades prioritarias para la organización en ese cargo. Por lo tanto, su productividad se aleja de la deseada.
Si desconoces cómo trabajan tus recursos, ¿cómo pretendes mejorar y qué quieres mejorar?, Recuerda: Lo que no se mide no se puede mejorar ni transformar lo que no permite avanzar.
Autor: Patricia Wenk, 2019